miércoles, 16 de abril de 2014

Existe inseguridad o se permite la delincuencia?



hablar de legisladores improductivos, que copy-pastelean leyes foráneas y principalmente las que visan a recaudar impuestos al final de eso dependen sus salarios, de sus parientes, empleados domésticos y sus  amantes, y sin importa el color de la pañoleta  se encubren unos a otros cuando de desafuero se trata obviando obligaciones repartiéndose prerrogativas es llover sobre mojado.
Con el tema del diputado “mal ablado y mal escribido” no falto quien culpe a la sociedad visto que es ella la mediocre que provee y elige las autoridades mediocres de nuestra democracia actualmente devenida en kakistocracia.
Y como responsable, esta sociedad tiene derecho a criticar pero también la obligación de hacer algo por que esta situación cambie, como no tenemos tiempo para esperar 5 años y cambiar las caras del congreso a riesgo de cambiar 6 por media docena, y si los legisladores no tienen idea de cómo legislar, ni voluntad para legislar, debe ser ella misma, la sociedad quien genere las ideas para que ellos, los legisladores hagan algo.
Está en la hora de revisar nuestras leyes garantistas para con los delincuentes reincidentes y contumaces, rever y descartar pensamientos foráneos, que dicen de reinserción a la sociedad de individuos sobradamente demostrado que son incorregibles cuyas carreras delincuenciales vienen desde su más tierna edad y en vertiginoso ascenso hasta la criminalidad.
Sin querer justificar el accionar de los magistrados que otorgan medidas menos gravosas como alternativas a la prisión muchas veces mal aplicadas, es porque la legislación les permite y ellos se manejan en los parámetros de esta.

Está en la hora de rever si queremos proteger a la sociedad, o seguir con el cuento de no castigar al delincuente/criminal visando su rehabilitación y reinserción a la sociedad, generalmente de nula eficacia, seguir ofreciendo oportunidades a individuos que adoptaron con naturalidad la felonía como estilo de vida, oportunidades estas que significan impunidad e incentivo para la prosecución de actos de mas reprochables  en perjuicio de una sociedad indefensa a merced de su suerte sin representación política ni protección de los órganos competentes.